Palomino (el refugio de los gringos)

Foto: Robada de Internet porque las mías no salieron tan buenas..

Necesité de la visita de una par de hermanas polacas para conocer un lugar del que, estoy seguro, la mayoría de los colombianos –como yo – nunca habían escuchado nombrar en su vida: Palomino. Ubicado en La Guajira y a casi dos horas de Santa Marta, este pequeño pueblo costeño parece ser esquivo a los turistas de su país, pero colonizado por extranjeros que han descubierto sus encantos.

¿Cómo llegar a Palomino? 

Llegar a Palomino es fácil y barato. Después de salir del aeropuerto de la ciudad, tome un bus con dirección a Mamatoco ($1600 pesos), que aunque recorre toda Santa Marta (incluyendo el no muy tranquilo centro), es un transporte económico comparado con los $20.000 pesos en que los taxistas se ofrecerán a llevarlo. Perderse es prácticamente imposible, bájese en el Centro Comercial Buenavista, disfrute del aire acondicionado (pronto lo va a extrañar) y llénese de provisiones para su viaje. Luego, salga al mismo paradero en el que se bajó y esté atento a que pase su transporte, lo reconocerá fácilmente por sus letreros: Parque Tayrona – Palomino.

Foto: www.deviajeporelmundo.co

El camino en el bus me pareció una recta sin fin, en la que muy a menudo parábamos para recoger encomiendas, nos deteníamos para entregarlas, volvíamos a detenernos para recoger policías, luego a indígenas Kogui y después a turistas europeos rojos como camarones después de salir del Tayrona. Y todo eso por solo $8.000 pesos.

En Palomino el transporte también es fácil y barato. Como si lo estuvieran esperando por horas, segundos después de salir del bus ya encontrará a un mototaxista que se ofrecerá a llevarlo a su hostal por un precio de entre $2.000 y $3.000 pesos. 

¿Dónde hospedarse en Palomino? 

Foto: www.deviajeporelmundo.co

Mi hospedaje era un bonito hostal llamado Tiki Hut, en donde las camas compartidas se encuentran dentro de espectaculares cabañas. También hay un restaurante, bar y piscina. Aunque me encantó el lugar, la falta de privacidad en el baño al interior de cada cabaña es un punto en contra del hostal. Sin embargo, la amabilidad del personal, el buen precio y la cercanía a la playa, compensan ese pequeño detalle. 

Otro hospedaje cercano y de buena fama en Palomino es The Dreamer. Aunque no fue mi hostal, la recomendación de personas que se quedaron en el lugar, y los muy buenos comentarios que tiene en sitios como TripAdvisor, lo convierten en una opción a tener en cuenta. 

¿Qué hacer? 

El encanto de Palomino radica en la naturaleza que lo rodea y en el ambiente que sus visitantes – y locales - le dan. La playa, sin el bullicio de los vendedores ambulantes que hay en otros sitios, es un lugar perfecto para descansar. Aunque el aparente aislamiento no es absoluto, no se sorprenda si una persona se le acerca y le ofrece vender un poco de marihuana, con la absurda excusa de no encontrar a la persona que la había encargado… 

Foto: Robada de Internet porque no pude tomar una...

Frente al Tiki Hut están las personas que lo permitirán hacer una de las actividades que no puede dejar de practicar en Palomino: tubing. Por $25.000 lo llevarán en una moto hasta la falda de un cerro que tendrá que subir hasta llegar a la zona alta, en donde el rio nace. Luego, cada uno a su neumático y a disfrutar del descenso. El recorrido es tranquilo, perfecto para relajarse y apreciar la naturaleza. Cuando sus brazos o piernas sean incapaces de darle dirección a su flotador, siempre contará con la ayuda del guía, así que descarte la opción de morir ahogado o arrastrado por la corriente. El descenso dura aproximadamente dos horas y termina en el lugar en que el río Palomino desemboca con el mar. 

¿Dónde comer? 

Foto: www.deviajeporelmundo.co

Además de los restaurantes de los hostales, una excelente alternativa es comer comida local. Luego de terminar el tubing y llegar al mar, cerca de la playa encontrará restaurantes de familias y pescadores del pueblo, que deleitarán su paladar con la auténtica cocina de la región. Otra opción, aunque un poco más alejada del océano, es el restaurante Sua (ubicado sobre la avenida principal, al frente de la estación Atawayacoop). La atención es excelente y el menú es variado. 

¿Vale la pena ir a Palomino? 

Me niego a aceptar que un lugar tan bonito sólo sea apreciado por extranjeros (aunque no tengo nada en contra de los foráneos). Que los viajes a la costa sean más que Cartagena y Santa Marta. En pueblitos como Palomino, alejados de la “gran industria turística”, se pueden pasar momentos únicos e inolvidables. No solo vale la pena ir a Palomino, sino también volver.