A tan solo 77 kilómetros de Medellín, Guatapé es uno de los destinos turísticos favoritos de Antioquia. Con sus coloridas calles, clima fresco, un espectacular embalse que permite la práctica de deportes náuticos y un piedra única en el mundo, este municipio paisa se convierte en un pueblo que no debe dejar se visitado por cualquier colombiano o extranjero que venga al país.
Llegar a la piedra es fácil: desde el terminal del norte de Medellín (al cual se puede acceder por metro), se pueden tomar uno de los números buses que llegan al lugar. En promedio, el pasaje es de $11.500 y el viaje dura, aproximadamente, una hora y media. Aunque la piedra se llama del Peñol, en realidad queda ubicada en Guatapé, así que bajarse en el municipio de El Peñol no tiene sentido.
El transporte no es ningún problema. Todos los buses intermunicipal llegan hasta la parte baja de la piedra y si se quiere ahorra el camino hasta la entrada del monolito, existen moto taxis que acercan al turista hasta la parte alta. Sin embargo, eso no tiene gracia. Al menos que se tenga un gran equipaje (algo absurdo para ir a la piedra), lo ideal es caminar, tomar ese pequeño trayecto (que no debe ser superior a 200 metros) como un calentamiento para lo realmente agotador: subir los 649 escalones del Peñol.
El Peñón de Guatapé (nombre que también recibe la piedra) es un monolito de granito, cuarzo y feldespato, de 220 metros de altura y 600 millones de toneladas, ubicado a una altura de 2135 metros sobre el nivel del mar. No solo subirlo deja sin aliento, verlo también.
Aunque algunos suben la piedra sin dificultad, para personas en mal estado físico (como yo), ascenderla se convierte en todo un desafío. Sin embargo, la forma en zigzag en la que se encuentra la escalera y la posibilidad de hacer pausas en la subida, hacen posible que incluso el más perezoso de los seres humanos sea capaz de coronar su cima. Porque subir la piedra del Peñol no debe hacerse como si se tratara de una carrera contra el reloj, se debe hacer despacio, disfrutando del paisaje a medida que se gana altura.
Llegar al lugar más alto de la piedra es una recompensa para la vista: desde el mirador se puede observar el embalse de Guatapé, con pequeñas islas que se forman en el cuerpo de agua, disfrutando de un paisaje relajante y majestuoso. Una vista de 360 grados a uno de los paisajes más bonitos de Antioquia (el valor de la entrada al Peñol es $10.000).
Pero el peñón no es el único atractivo de Guatapé, el pueblo, extremadamente fotogénico, es en sí una atracción turística. Desde la piedra se puede llegar al centro del municipio a través de un mototaxi, transporte rápido y seguro, ideal para la atmósfera del lugar.
En Guatapé, cada casa del centro histórico parece haber sido adornada para sorprender al turista. O puede que no (¡no todo se hace por quedar bien con el forastero!), puede que haya sido porque cada uno de sus habitantes está orgulloso de su pequeño pueblo y hace lo posible para que a medida que pasa el tiempo se vea mejor. Como sea, el resultado es lo importante: calles coloridas que en conjunto le dan un toque mágico.
Los fines de semana el malecón de Guatapé es el lugar en el que propios y turistas se dan cita. A orillas del embalse se encuentran puestos de comida y dulces. Es ahí donde también se pueden tomar barcos o lanchas que recorren el embalse, en tours de alrededor de una hora que oscilan entre $20.000 y $40.000 pesos. Mirar el atardecer desde el lago es una experiencia que no se debería dejar de vivir.
Para los principiantes en deportes extremos, en el malecón hay un cable aéreo. Sin embargo, para que no se sienta decepcionado (y si se atreve a esperar en la larga, muy larga fila que hay que hacer para usarlo), debe saber que el trayecto, al no hacerse en una pendiente, no adquiere grandes velocidades.
Por estas, y muchas más razones, Guatapé es un lugar que hay que visitar si se está en Antioquia. Su cercanía a Medellín y la variedad de actividades que hay por hacer, hacen que visitar el pueblo (así sea un solo día, o durante más tiempo) se convierta en un viaje del que nunca se arrepentirá.
Nota: Durante los días de alta afluencia de turistas la disponibilidad de transporte puede ser un poco complicada. Se recomienda comprar con algunas horas de anticipación el pasaje de regreso.
Nota: Durante los días de alta afluencia de turistas la disponibilidad de transporte puede ser un poco complicada. Se recomienda comprar con algunas horas de anticipación el pasaje de regreso.
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