Auschwitz: visita a un oscuro pasado

Se estima que en el campo de concentración murieron 1'100.000 personas

Al momento de escribir este post no han pasado mas de 24 horas desde que visité Auschwitz. No quiero que el tiempo borre de mis recuerdos lo que sentí al visitar este lugar, así como las víctimas de los nazis no quieren que la humanidad olvide el capítulo mas negro de su historia. 

Debo admitir que la cantidad de turistas que visitan el campo de concentración hacen que por momentos se olvide la dimensión de la tragedia. Aun así, el saber que años atrás, en esas mismas habitaciones, pasillos y salones, cientos de miles de personas fueron despojados de su dignidad, tratados como animales y finalmente asesinadas, es un recordatorio frío de que no se está de visita en un parque temático. En Auschwitz la historia se vive.

Durante el recorrido por el campo de concentración (que inicialmente fue utilizado por los alemanes como una cárcel para presos políticos) se pueden ver las condiciones en las que tenían que vivir los prisioneros. En Auschwitz I (pues se trata de un complejo distribuido en 3 diferentes lugares) hay exposición de objetos que pertenecieron - en su mayoría - a las familias judías que fueron trasladadas para la "solución final".

Zapatos, maletas y utensilios de cocina, le dan al museo ese toque personal, cargado de fuerza emocional, que muy pocos libros o películas transmiten. Saber que todos esos objetos pertenecieron a hombres, mujeres y niños que con ilusión dejaron sus guetos, creyendo que les esperaba un futuro mejor, es triste. Las palabras no son suficientes para describir la sensación que produce ver el cabello de las víctimas (en cantidades enormes en el salón, pero que solo representan un pequeño porcentaje del que se llego a recolectar) usado por los nazis para la fabricación de productos textiles.

Miles de zapatos pertenecientes a las víctimas

Engañados por los Nazis, familias judías llevaban equipaje al campo de concentración y los marcaban para luego recuperarlos

Aunque al estar en Auschwitz se siente un ambiente lúgubre, la tristeza y el respeto por las víctimas es mayor al pasar por el muro de las ejecuciones, la cámara de gas y el horno crematorio. Estos lugares son un choque de frente con la muerte, un viaje en el tiempo que nos cuestiona sobre el alcance de la maldad humana.

En el muro, que en el pasado fue utilizado para ejecutar a los prisioneros que intentaban escapar o causaban "demasiados problemas", turistas de todo el mundo dejan ofrendas florales y velas. En la cámara de gas, sin embargo, esta clase de homenaje está prohibido y el silencio de los visitantes es más que necesario para ver el lugar en que cientos de miles de personas fueron asesinadas después de hacerlas desnudar y creer que tomarían un baño.

Muro de ejecución

Vista exterior de la cámara de gas y el horno crematorio

Interior de la cámara de gas

Horno crematorio

Recorrer Auschwitz, además de ser un tour educativo e histórico, también permite momentos de reflexión. ¿Podría el holocausto repetirse? Seguramente (y por fortuna) no. Aún así, no dejo de pensar que en un mundo en el que el racismo y la xenofobia parecen haber aumentado, actos crueles como los cometidos por los nazis deben ser un advertencia de lo peligrosa que es la discriminación por motivos religiosos o raciales.

El recorrido por el campo de concentración continuó en Auschwitz II (Birkenau). Ubicado a cinco minutos de Auschwitz I, es en este lugar en el que llegaban - por tren - los prisioneros. Me sorprendió saber que, en la mayoría de casos, las personas tenían que pagar su propio tiquete. Engañados, creían que aquí estarían juntos, sin embargo, al llegar, eran separados de sus familiares y catalogados según su aspecto físico. Las más fuertes eran asignados a trabajos pesados, los más débiles eran enviados directamente a las cámaras de gas.

Es en Birkenau que se encuentra un monumento en honor a las víctimas y es ahí donde, cada año, se realiza una ceremonia en su honor. Este año, al cumplirse 70 años de su liberación por parte de soldados soviéticos, decenas de sobrevivientes se reunieron en el lugar para conmemorar esta fecha.

Entrada a Birkenau

Alrededor de 700 personas se transportaban en vagones como este

En este lugar se realizan las ceremonias conmemorativas de Auschwitz

En Birkenau, además de los rieles y los vagones del tren en que eran transportados los prisioneros, se pueden visitar las "habitaciones" en que dormían. Aunque es difícil asimilar las difíciles condiciones de hacinamiento en que tenían que vivir las personas que se encontraban en el campo de concentración, al ver lo estrecho del lugar y lo rudimentaria de las edificaciones, es fácil comprender el infierno que tenían que soportar.

Contrario a Auschwitz I, que fue un lugar destinado a trabajos forzados, Birkenau fue concebido como un campo de exterminio. Por eso, en el lugar se construyeron cuatro crematorios con cámaras de gas (que en la actualidad son solo ruinas, pues los nazis las destruyeron antes de huir).

Aunque fue una experiencia fuerte emocionalmente, visitar Auschwitz, conocer el lugar en que cientos de miles de personas murieron, la forma cruel en que se planeó su ejecución y el frialdad con que se ejecutó,  me permitió vivir de manera más cercana esa tragedia que en libros parece lejana e irreal.

El hacinamiento era la regla

Ruinas de uno de los crematorios del campo de exterminio

Muchos prisioneros pintaban las paredes, intentando darle una "infancia normal" a los niños

Algunos datos útiles para visitar Auschwitz

* Desde Cracovia la mejor opción es tomar un tour. Vale 99 zlotys por persona (25 euros aproximadamente) e incluye el transporte ida y regreso, al igual que el recorrido con guía por Auschwitz I y Birkenau. En total, el recorrido dura casi 6 horas (con transporte). El mío lo hice por http://www.krakville.com/

* Al ingreso de Auschwitz I hay un control de seguridad similar al de un aeropuerto, no es recomendable llevar maletas grandes.